“El perdón es la fragancia que derrama la
violeta en el talón que la aplastó.”(Mark Twain)
(Uno escribe y escribe desde lo
que cree, desde el yo. Reflexionando sobre ello surgió una maravillosa verdad y
es que para poder decir lo que hay que decir o escribir el mensaje que otros
deben recibir, es necesario abandonarse en caída libre hasta llegar a ese fluir
que todo lo crea, es entregar los dedos
que teclean y aceptar que esto no me pertenece al igual que las ideas, que no
“soy yo” sino más bien la energía creativa que va como un gran mosaico calzando
piezas, creando vida, expandiendo el universo hacia un espacio infinito.)
¿Cómo hemos llegado hasta
aquí? Cierren los ojos ahora y sientan ese canal de luz que nos comunica con el
inicio de todo hasta hoy, hagan el recorrido desde la primera partícula hasta
todo lo que vibra en este instante. Véanse en todos sus formatos, cuando eran
solo oxígeno o un breve átomo de carbono, cuando eran parte de un asteroide,
cuando estuvieron en medio del silencioso universo suspendidos como un diminuto
átomo de hidrógeno.
Reconocemos tan poco de
nuestra naturaleza, de este acto creativo en múltiples direcciones que hoy nos
tiene aquí respirando, con ojos que ven, con emociones y sentidos que nos
sitúan en un tiempo/espacio que nos hace sentir “reales”. Lo cierto es que
estamos en medio de la nada y somos nada…nada…nada…nada ¿lo puedes imaginar?...¿cuesta?
Hagamos el ejercicio e imaginemos que somos nada, solo una danza de diminutas
burbujas dentro de un espacio vacío sin límites, piensa ¿qué hay entre un punto y otro,
qué hay?
Caminar en la dirección
que lo hacemos es una manifestación clara de cómo se comporta la fuente
creativa que nos crea una y otra vez, es una concatenación de acciones, de eventos
sutiles que van sucediendo a velocidades incalculables que obtiene como
resultado este presente.
Somos infinitos, hoy te
llamas Juan o Elisa, hoy eres un perro, un árbol, una brisa de viento, estamos
en todas partes, porque no hay partes, somos un todo. Imaginemos nuevamente ese
flujo de luz creándolo todo y luego pregúntale al universo ¿dónde estabas antes
de ser un humano?
Dividimos las partes de
un pastel y luego el trozo que comeremos a qué sabe…¿a pastel? Luego si
provenimos de una fuente creativa, de esa manifestación expansiva en todas las
direcciones, ¿qué somos nosotros entonces?
Si un pájaro derrocha
belleza al punto de la contemplación y una pulga brinca más de X veces
su peso, no será entonces una breve forma de comunicarnos la perfección que
existe en todo lo que esta manifestación creativa va generando a su paso, de
carácter omnipresente.
Por qué pensamos que las
carencias es nuestro devenir más real. Dicen sabiamente que cuando nuestra
mirada cambia, eso que miramos también cambia. Quizás agregar que es necesario
mirar, pues donde mires hay creatividad, hay algo fluyendo, surgiendo de la
nada, surgiendo de una fuerza organizadora que no tiene explicación humana.
¿Tenemos conciencia que
habitamos un universo? Allá afuera hay una oscuridad inmensa llena de
estrellas, de astros, de movimientos, de vida, donde el tiempo parece pequeño,
todo afuera se organiza, todo gira y gira con la misma perfección que tus
átomos que integran la parte más diminuta de tu corazón que late y late.
El universo, una
inmensidad silenciosa y abrumadora, es la manifestación máxima del fluir
creativo, es la vida en toda su manifestación, es el gran hábitat multidimensional donde estamos todos, nada falta aquí, nadie falta acá. Hoy
somos una mezcla de carbono, de oxígeno y mañana en que versión estaremos en el
universo, bajo qué estado, quién dijo que los muertos lo estaban.
Si somos un todo, lo que
afuera parece organizado a la perfección, es adentro también, porque en
realidad no existe un adentro y afuera, una dimensión con límites como la hemos
conocido a niveles humano. Por alguna razón llegamos hasta un punto límite en
el acto de conocer.
Dios está en todas
partes. Tú estás en todas partes, mientras los átomos habitan distintas formas
vivas en todas (no)partes. Todo como un gran engranaje se transforma
incansablemente y es así como los límites que conocemos se derrumban en nuestra
mente y todo en estado de ebullición respira en este gran hábitat, es
maravilloso ¿lo puedes ver?, ¿puedes verte en este invento de todos los tiempos?,
es una genialidad luminosa, grande, amplia, que invita al silencio, a la
contemplación, a la vida.
Creemos vida entonces,
hagámonos un favor en este breve pasar humano, es ahora, es a h o r a…
No hay comentarios:
Publicar un comentario