10 noviembre 2014

LA BENDICIÓN VISTE DE RECICLADOR


Desde que comencé a trabajar con los recicladores del Ecuador pude darme cuenta de qué está hecho un ser humano y de su capacidad para salir adelante cuando así lo decide. Pasamos (me incluyo) ensimismados en nuestros pequeños guetos mentales tratando de construir posibilidades e imaginando otras, hasta lamentando “porqué la vida nos ha tratado mal”, sin sacar la cabeza de ese gran ombligo llamado YO.

En paralelo existe esta imagen de un botadero de la costa ecuatoriana, donde el sol es a lo bestia junto con los aromas, más el manto negro de los gallinazos que se mimetizan como si también fueran recicladores, todo parece ir más allá de la imaginación. Qué poco sabemos del mundo y eso que tenemos internet (Ja). Y para mayor perplejidad, las mismas personas que hacen lo que nadie desea, quieren en lo profundo que su vida sea mejor, lo creen y es en ese instante donde la miseria que ves hace espejo con la que vive en ti, porque descubres que no tienes esa capacidad y valentía para decidir por ese “casi” único camino que es desear que la propia vida sea mejor,  eso no le pertenece a Dios, la decisión es personal, es mía, es tuya.

Cuando veo los estudios científicos, descubro que el cerebro y así todos los órganos se maltratan con la tristeza, la desesperanza, con la victimización, nos enfermamos porque no nos amamos de verdad, porque nos acostumbramos a ser infelices, ya que si todos sufren, YO TAMBIÉN, pero lo cierto es que es humano ser e intentar estar feliz, querer ser y estar mejor. Hoy los compañeros y en especial, las compañeras recicladoras me enseñan que el deseo profundo de vivir mejor puede mover la montaña de basura que se interpone entre el corazón y todo lo que pensamos (nuestro propio botadero). La vida es muchas cosas, también es linda compañeros y de nosotros depende con que gafas la viviremos, nadie lo hará por uno, nadie lo hará por ti.

2 comentarios:

  1. Gracias Francisca por contagiarnos con tus reflexiones! Me encantó la analogía - nuestro propio botadero- son estas las experiencias que ayudan a derrumbarlo.

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  2. Muchas gracias Lissy...que nunca terminemos de aprender...parece infinito!!
    Abrazos Fran

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